Recupera la uniformidad de tu piel
La eliminación del melasma puede ser un desafío que requiere de paciencia y compromiso por tu parte, pero con el enfoque adecuado, es tratable .
En García-Legaz conocemos esta patología cutánea y la necesidad de su abordaje integral para su correcta eliminación. Por eso, te ofrecemos soluciones personalizadas para ayudarte a recuperar el tono uniforme de tu rostro, libre de manchas.
Un reto que tiene solución
El melasma es una afección cutánea que afecta principalmente a mujeres de mediana edad y se manifiesta como manchas oscuras en zonas expuestas al sol, tales como:
Si bien no representa un riesgo para la salud, puede ser una preocupación estética . Su principal desafío radica en que, sin el tratamiento adecuado y un mantenimiento constante, la hiperpigmentación tiende a reaparecer .
¿Qué lo provoca?
El melasma es una condición que se desencadena principalmente por la exposición al sol , ya que la radiación ultravioleta (UV) estimula la producción de melanina , el pigmento responsable del color de la piel.
Sin embargo, las fluctuaciones hormonales , como las que ocurren durante el embarazo, con el uso de anticonceptivos orales o la terapia hormonal, también juegan un papel importante en su aparición. Además, la predisposición genética puede aumentar la vulnerabilidad a desarrollar melasma.
un diagnóstico preciso
En el Instituto Dermatológico García-Legaz sabemos que para determinar el tratamiento más adecuado es necesario realizar un diagnóstico que identifique la tipología y profundidad del melasma. Existen tres tipos principales de melasma:
Renovación cutánea
Según el tipo específico de melasma que presenta, la estrategia terapéutica puede cambiar.
Algunos de los tratamientos que más empleamos para la eliminación del melasma incluyen:
Mediante exfoliantes químicos y físicos , se logra un adelgazamiento progresivo de las capas superficiales de la piel, eliminando gradualmente el melasma. Además, si este proceso se combina con el uso de retinoides , que estimulan la renovación celular , los resultados serán aún más efectivos.
Otro tipo de tratamiento para el melasma son los despigmentantes tópicos . Estos tratamientos son ajustados de acuerdo con la intensidad del melasma y la respuesta de tu piel, siendo necesario un seguimiento por parte de tu dermatólogo.
En casos más resistentes, utilizamos ácido tranexámico en concentraciones bajas , que inhibe la sobreproducción de melanina , reduciendo la formación de manchas. Este componente puede aplicarse tópicamente o tomarse vía oral.
Contamos con la plataforma Nordlys , un equipo de láser de última generación que puede mejorar en algunos casos el componente vascular asociado al melasma. Estas tecnologías ayudan a reducir la intensidad de las manchas y mejorar la textura de la piel de manera significativa.
Preguntas frecuentes
¿Te quedan dudas?
Te las resolvemos
El melasma más que eliminarlo, tenemos que aprender a controlarlo.
El tiempo necesario para controlar el melasma varía según la intensidad y el tipo de tratamiento, pudiendo tomar desde varios meses hasta un año . Factores como la profundidad de tu melasma, la respuesta de tu piel al tratamiento y tu constancia con el cuidado diario influyen en los resultados.
Dado que es una condición crónica , seguir un tratamiento de mantenimiento es clave para evitar su reaparición.
Para saber si una mancha es melasma, es importante observar algunas características típicas y consultar con un dermatólogo . Los signos comunes del melasma incluyen:
Tamaño y forma : las manchas son de tamaño variable y pueden abarcar un área considerable de la piel.
El melasma y las manchas solares se diferencian principalmente en sus causas y características.
El melasma , comúnmente asociado a factores hormonales y exposición solar , suele aparecer en áreas simétricas del rostro, como las mejillas o el labio superior, con manchas de bordes difusos .
En cambio, las manchas solares son consecuencia de la exposición acumulada al sol a lo largo del tiempo y suelen tener bordes más definidos , apareciendo en áreas expuestas como la cara, las manos o el escote, especialmente en personas mayores de 40 años .
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