Recupera volumen y revitaliza tu rostro sin bisturí
El ácido hialurónico es una sustancia natural en nuestro cuerpo que disminuye con el paso de los años. Esto permite que la gravedad haga su efecto, causando pérdida de volumen y la aparición de arrugas estáticas.
En el Instituto Dermatológico García-Legaz, ofrecemos tratamientos personalizados para restaurar el ácido hialurónico en las zonas que más lo necesitan, ayudando a devolver a tu rostro un aspecto renovado y equilibrado.
Y cómo actúa en tu piel
El ácido hialurónico es un polisacárido (azúcar complejo) presente en los tejidos conectivos y el líquido sinovial de las articulaciones. Su principal función es captar y retener agua, lo que ayuda a mantener la hidratación, elasticidad y volumen de los tejidos.
A medida que envejecemos, la producción de ácido hialurónico en nuestro cuerpo disminuye, lo que contribuye a la pérdida de volumen facial y la aparición de arrugas. Por eso, el ácido hialurónico se utiliza para restaurar esos volúmenes perdidos, hidratar profundamente la piel y suavizar las arrugas.
Rejuvenecimiento facial natural y eficaz
El ácido hialurónico es una de las opciones más populares para el rejuvenecimiento facial, gracias a su versatilidad y biocompatibilidad. Su efecto reabsorbible, que puede variar según el metabolismo y la zona tratada, permite ajustar el tratamiento con precisión en futuras sesiones.
Los principales beneficios del ácido hialurónico son:
Zonas y aplicación
En el Instituto Dermatológico García-Legaz, aplicamos ácido hialurónico eligiendo la densidad adecuada según la zona a tratar. Empleamos fórmulas más densas para aportar volumen donde es necesario y opciones más ligeras para hidratación o retoques sutiles, asegurando siempre la armonía de las estructuras faciales.
Las aplicaciones más habituales incluyen:
Corrección y armonía facial
El tratamiento con ácido hialurónico es un procedimiento rápido, seguro y mínimamente invasivo.
En el Instituto Dermatológico García-Legaz seguimos un protocolo riguroso que comienza con una evaluación inicial, donde analizamos las áreas que requieren corrección o realce para mejorar tu armonía facial de manera natural.
A través de microinyecciones intradérmicas o en capas profundas de la piel en función de las necesidades de cada persona, infiltramos el ácido hialurónico en las zonas acordadas y finalizamos con un ligero masaje para asegurar su distribución uniforme y un resultado equilibrado.
Preguntas frecuentes
¿Te quedan dudas?
Te las resolvemos
No, el procedimiento es bien tolerado y apenas causa molestias.
Se utilizan microagujas muy finas para la aplicación del ácido hialurónico y, en la mayoría de los casos, se emplea anestesia tópica para mayor confort. Algunos pacientes pueden notar una leve presión o escozor en ciertas zonas, pero la sensación es mínima y temporal.
La duración del ácido hialurónico varía según factores como tu metabolismo, la zona tratada y el tipo y densidad de ácido hialurónico empleado.
En general, los resultados suelen mantenerse entre 6 y 12 meses. En áreas con mayor movilidad, como los labios, la reabsorción puede ser más rápida, mientras que en zonas menos dinámicas, como los pómulos, el resultado puede prolongarse por más tiempo.
Para conservar los efectos, se recomienda realizar sesiones de mantenimiento.
Los efectos del ácido hialurónico son visibles de inmediato, ya que el producto aporta volumen y mejora la hidratación desde el primer momento.
Sin embargo, el resultado final se aprecia mejor tras unos días, cuando el ácido hialurónico se asienta completamente en los tejidos y la posible inflamación o enrojecimiento inicial desaparece.
En algunos casos, el resultado sigue mejorando durante las primeras semanas, ya que el producto estimula la producción de colágeno y retiene agua en la piel, proporcionando un aspecto más fresco y rejuvenecido.
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