Tratamiento de la rosácea

Recupera la calma en tu piel

La rosácea puede afectar tu confianza y bienestar, pero no debe definir tu vida social ni profesional. Con un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado para la rosácea, es posible aliviar sus síntomas, controlar los brotes y recuperar el control de tu piel.

En el Instituto Dermatológico García-Legaz, te ayudamos a recuperar el equilibrio en tu rostro con soluciones totalmente personalizadas y tecnología avanzada.

Más que enrojecimiento

La rosácea es una afección crónica de la piel que suele afectar principalmente a las mejillas y la nariz. Su origen se encuentra en la hiperfunción de la glándula sebácea, lo que provoca una producción excesiva de sebo y una mayor sensibilidad cutánea.

Esta condición puede manifestarse de distintas maneras según cada persona y la severidad del caso, pero se distingue por episodios recurrentes y síntomas como:

Rosácea y acné

¿qué relación tienen?

El acné y la rosácea comparten un mismo espectro de afecciones cutáneas. De hecho, un acné mal controlado puede evolucionar a rosácea, especialmente si la función vascular de la piel no se maneja correctamente.

A diferencia del acné, en la rosácea la influencia hormonal es menor, pero el sebo es más fluido e irritante, lo que debilita la barrera cutánea. Esto hace que la piel se vuelva más vulnerable a agresiones externas, generando mayor sensibilidad, intolerancia a los cambios ambientales y la tendencia a la deshidratación.

Relación de la rosácea y el acné

Diagnóstico clínico

el primer paso

El diagnóstico clínico de la rosácea se basa principalmente en la observación de los síntomas típicos y el análisis del historial médico, lo que hace innecesarias pruebas o biopsias para confirmar la condición.

En Instituto Dermatológico García-Legaz, contamos con un equipo de dermatólogos especializados para evaluar tu caso e identificar los factores desencadenantes que pueden estar influyendo en la recurrencia de tus brotes. A partir de ahí, diseñamos un plan de tratamiento personalizado para ayudarte a controlar la rosácea y mejorar tanto la salud como la apariencia de tu piel.

Tratamiento de la rosácea

Un enfoque integral para tu piel

Cada piel es diferente, por lo que cada caso de rosácea requiere un enfoque único.

Aunque no existe una cura definitiva para esta condición, un tratamiento adecuado puede aliviar los síntomas, reducir las secuelas y minimizar la frecuencia de los brotes o, incluso, eliminarlos por completo.  

El éxito del tratamiento radica en un diagnóstico preciso y, cuando sea necesario, de la combinación de diferentes tratamientos.

Tratamiento tópico

Los tratamientos tópicos suelen ser la primera opción para tratar la rosácea, ya que se aplican directamente sobre la piel y ayudan a reducir los síntomas locales y fortalecer la barrera cutánea natural.

Entre los más utilizados se encuentran la ivermectina, metronidazol, brimonidina, oxymetazolina y los retinoides en bajas concentraciones.

Tratamiento oral

En los casos más graves de rosácea, se emplean tratamientos orales que, aunque tienen efectos limitados, pueden ser de gran ayuda para controlar la afección.

Los antibióticos como la doxiciclina o la azitromicina son efectivos para controlar brotes recurrentes, mientras que la isotretinoína a dosis bajas (derivado de la vitamina A) se utiliza en muchas ocasiones para reducir la producción de sebo y controlar la inflamación.

Tecnología láser

En el Instituto Dermatológico García-Legaz, empleamos la plataforma IPL Nordlys, una tecnología diseñada específicamente para tratar afecciones vasculares como la rosácea.

Gracias a su precisión y seguridad, esta tecnología aplica energía controlada que reduce gradualmente los vasos sanguíneos visibles y la rojez difusa, mejorando la uniformidad del tono de tu piel. Además, el tratamiento con IPL Nordlys no solo alivia los síntomas, sino que también ayuda a reducir la frecuencia e intensidad de los brotes a largo plazo.

Preguntas frecuentes

¿Te quedan dudas?
Te las resolvemos

La rosácea puede activarse por diversos factores que varían de persona a persona. Entre los más comunes se incluyen:

  • Cambios de temperatura.
  • El consumo de alcohol, bebidas calientes y alimentos picantes.
  • La exposición solar.
  • Cosméticos y productos con alcohol, fragancias o ingredientes agresivos.
  • El ejercicio físico intenso.

Infecciones o medicamentos.

El tratamiento con luz pulsada intensa (IPL) generalmente no es doloroso, aunque depende de la sensibilidad individual de cada uno.

La mayoría de las personas lo describen como una ligera sensación de calor y un leve hormigueo durante la sesión, que desaparece inmediatamente tras cada pulso.

La duración de un brote de rosácea varía según la gravedad y los factores desencadenantes, pudiendo durar desde días hasta semanas. Sin embargo, sin un control adecuado, puede prolongarse y volverse más difícil de manejar.

Con el tratamiento adecuado, los brotes suelen ser más cortos y menos intensos. Por ello, identificar los desencadenantes y seguir un plan de tratamiento es clave para reducir la frecuencia y duración de los episodios.

La rosácea es una enfermedad dérmica crónica que afecta a millones de personas en el mundo y puede causar tanto molestias físicas como un considerable malestar emocional. Sin embargo, aunque vivir con rosácea pueda ser especialmente desafiante, existen formas efectivas de controlarla.  

Desde nuestra clínica dermatológica, queremos que comprendas esta condición, ya que con diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, puedes aprender a manejar la rosácea, prevenir brotes y mitigar su impacto en tu vida diaria.

TABLA DE CONTENIDO

  1. ¿Qué es la rosácea?
  2. Síntomas comunes
  3. Factores subyacentes
  4. Tratamiento de la rosácea
  5. Control de factores desencadenantes
  6. Bibliografía

¿Qué es la rosácea?

La rosácea es una afección persistente de la piel, relacionada con el acné, que se manifiesta principalmente con enrojecimiento facial, aparición de granos y vasos sanguíneos visibles. Aunque no se conoce una causa única para su aparición, se han identificado diversos factores desencadenantes y mecanismos subyacentes que la exacerban.

El diagnóstico de la rosácea se realiza clínicamente, basado únicamente en la observación de los síntomas típicos sin necesidad de pruebas adicionales o biopsias para confirmar la condición.

Síntomas comunes

Los síntomas de la rosácea pueden variar de una persona a otra, pero los más frecuentes incluyen:

Factores subyacentes

A menudo la rosácea se asocia con una hiperfunción de las glándulas sebáceas, lo que lleva a una sobreproducción de sebo, a diferencia del acné juvenil, este sebo es más fluido e irritante que en otras afecciones de la piel.

Esta condición debilita la barrera cutánea, lo que la vuelve más sensible, seca, irritada y propensa a la inflamación crónica (lo cual favorecerá la aparición de vasos visibles o telangiectasias).

La rosácea puede alterar el microbioma cutáneo, favoreciendo el crecimiento excesivo de un ácaro llamado Demodex, que agrava la inflamación y los síntomas.

Diversos factores pueden desencadenar o empeorar la rosácea, entre ellos:

Tratamiento de la rosácea

Comprender qué es la rosácea y sus causas subyacentes es el primer paso para abordar su tratamiento.

El tratamiento de la rosácea ha cambiado mucho en los últimos años, y aunque es una enfermedad crónica que tiende a presentar brotes recurrentes, podemos decir que por fin se puede controlar de manera efectiva con un enfoque integral.

La clave para manejar la rosácea está en un tratamiento personalizado que combine opciones médicas tópicas y orales, tecnologías láser y fuentes de luz dermatológicas avanzadas junto con ajustes en tu estilo de vida para controlar los factores desencadenantes y extremar el cuidado de tu piel.

Tratamiento tópico

Incorporar cosmética médica en tu rutina de cuidado facial puede ofrecerte resultados notables.

Se suelen utilizar cremas con ingredientes activos como la ivermectina, que ayuda a reducir la cantidad de Demodex en la piel, y retinoides pautados en bajas concentraciones para controlar la producción de sebo y fortalecer la barrera cutánea. Otro ingrediente activo es el metronidazol.

Tratamiento oral

Los retinoides a dosis bajas también pueden ser administrados oralmente para disminuir la producción de sebo, reducir la inflamación y controlar el crecimiento del Demodex

En algunos casos y sobre todo en brotes, se prescriben antibióticos para reducir la inflamación y tratar las pápulas y pústulas. No obstante, su efecto es temporal y suelen ser parte de un régimen de tratamiento más amplio.

Láser dermatológico

La luz intensa pulsada (IPL) en su modo vascular y los láseres vasculares son herramientas eficaces para tratar las telangiectasias y reducir la rojez de la rosácea. 

En el Instituto Dermatológico García-Legaz, utilizamos la avanzada plataforma IPL Nordlys con su filtro vascular, conocida por su calidad, eficacia y precisión inigualable en patología vascular y en afecciones como la rosácea.

Control de factores desencadenantes

Aunque depende de cada caso, identificar y evitar los factores que pueden desencadenar o agravar los síntomas de la rosácea, como la exposición al sol, el consumo de alcohol y las comidas picantes, es esencial. 

Mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada y el control del estrés, es una parte fundamental para quienes padecen esta afección cutánea crónica y desean mitigar sus síntomas.

En resumidas cuentas, la rosácea es una afección cutánea crónica que requiere un enfoque multifacético para su manejo y control. En el Instituto Dermatológico García-Legaz, nuestros dermatólogos especialistas en rosácea te ofrecerán el tratamiento adecuado y las recomendaciones necesarias para que puedas controlar los síntomas y mejorar tu bienestar.

Bibliografía