¿Alguna vez has notado una pequeña mancha roja o un bultito en tu piel que parece haber aparecido de la nada? Podría tratarse de un angioma, una lesión vascular benigna que, aunque inofensiva, suele generar dudas y preocupaciones especialmente cuando deciden florecer en zonas visibles como el rostro.
Desde el Instituto Dermatológico García-Legaz queremos ayudarte a entender qué es un angioma, cómo identificarlos, los diferentes tipos, sus posibles complicaciones y las innovadoras opciones de tratamiento que la dermatología moderna ofrece.
¿Qué es un angioma?
Un angioma es una proliferación benigna de vasos sanguíneos que se presenta como una mancha o abultamiento en la piel u otras áreas del cuerpo. Se forma cuando los vasos sanguíneos, como capilares, venas o arterias, crecen de manera anormal y se agrupan, dando lugar a estas lesiones de aspecto rojizo, violáceo o azulado.
“Existen diferentes tipos de angiomas, que pueden variar en tamaño, forma y profundidad, desde pequeñas manchas planas hasta protuberancias más grandes.”
Complicaciones de los angiomas
La mayoría de los angiomas son inofensivos y no requieren tratamiento, aunque en algunos casos pueden ser tratados por razones estéticas o si causan molestias, como:
- Ulceración e infección: en ocasiones, los angiomas pueden desarrollar heridas o úlceras en su superficie, lo que puede derivar en infecciones y provocar dolor, inflamación e incomodidad.
- Impacto estético: cuando los angiomas aparecen en zonas corporales visibles, como en la cara, las manos o los brazos, pueden ser una fuente de preocupación estética y afectar a la autoestima.
- Molestias según su ubicación: la localización de los angiomas puede influir en las incomodidades que generan. Por ejemplo, si aparecen en los párpados, pueden afectar la visión, mientras que cerca de las articulaciones puede limitar ciertos movimientos.
¿Cómo identificar un angioma?
Es importante saber qué es un angioma para poder reconocerlo y tratarlo si es necesario. Aquí tienes algunos puntos claves para identificarlos:
- Color: suelen ser de color rojo brillante, burdeos o azulados.
- Tamaño: varían desde pequeños puntos hasta varios centímetros de diámetro.
- Forma: Pueden ser planos o abultados, redondos o irregulares.
- Ubicación: Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque son más comunes en el tronco y las extremidades.
- Textura: la mayoría son suaves al tacto.
Signos que observar
Si bien los angiomas no suelen ser peligrosos, es importante estar atento a cualquier cambio en su tamaño, forma o color, ya que estos pueden indicar la necesidad de una evaluación dermatológica para descartar problemas más serios.
Algunos signos son:
- Crecimiento rápido o cambio repentino de tamaño.
- Sangrado frecuente o difícil de detener.
- Dolor o sensibilidad en el área afectada.
- Cambios en la coloración o textura de la piel circundante.
Tipos de angiomas más comunes
Cada tipo de angioma tiene un comportamiento y un pronóstico diferente.
La decisión de tratarlos depende de su evolución, síntomas y de tus preferencias personales. Por eso, si tienes alguna inquietud, es fundamental realizar una evaluación dermatológica para su clasificación y determinar el mejor abordaje.
Angioma capilar o cereza
Los angiomas capilares, también conocidos como angiomas cereza, suelen presentarse como manchas planas o ligeramente elevadas, de color rojo brillante a púrpura.
Estos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque son más frecuentes en:
- Cara.
- Cuello.
- Tronco.
Su tamaño varía desde pequeñas manchas hasta lesiones más extensas, generalmente de forma redondeada, y pueden presentarse de manera individual o en grupo.
Telangiectasias o arañas vasculares
Las arañas vasculares o telangiectasias recibe su nombre por su apariencia, que se asemeja a una araña: un punto central de color rojo del que irradian finos vasos sanguíneos.
Son comunes en el rostro, el cuello y la parte superior del torso, y pueden aparecer a cualquier edad. Sin embargo, son más frecuentes en mujeres embarazadas y personas con trastornos hepáticos.
Posibles tratamientos para los angiomas
Existen diversas opciones para la eliminación de angiomas, ya sea por razones estéticas o para aliviar molestias. La elección del tratamiento debe ser realizada por un dermatólogo y dependerá de factores como el tamaño, la ubicación y el tipo de angioma.
A continuación, te presentamos algunos de los tratamientos más empleados por dermatólogos.
Láser dermatológico
El láser es uno de los métodos más avanzados y precisos para tratar angiomas, especialmente adecuado para áreas visibles gracias a su alta precisión, que minimiza el riesgo de sufrir cicatrices.
“El láser dermatológico utiliza luz para calentar y destruir de forma selectiva los vasos sanguíneos anormales sin dañar la piel circundante.”
En el Instituto Dermatológico García-Legaz, empleamos Ellipse SWT (IPL) y el láser Nd: YAG de la versátil plataforma Nordlys, un dispositivo médico de última generación que prioriza, ante todo, la salud y bienestar de tu piel.
Escleroterapia
Este tratamiento implica la inyección de una solución esclerosante directamente en el angioma. La solución irrita el revestimiento de los vasos sanguíneos, causando que se colapsen y su posterior reabsorción por parte del cuerpo.
La escleroterapia es especialmente útil para tratar angiomas grandes y profundos, sobre todo en lesiones de mayor tamaño en las piernas.
En resumen, para tratar un angioma de manera efectiva, es esencial identificar su tipología y confiar en profesionales en dermatología clínica. Ellos diagnosticarán correctamente el tipo de angioma que presentas y te orientarán sobre las mejores opciones de tratamiento, garantizando siempre que el procedimiento sea seguro y se adapte a tus necesidades específicas.
Bibliografía
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