Tal vez hayas sentido la frustración de lidiar con granos en la cara, enfrentando brotes recurrentes y la ansiedad de que aparezcan nuevas lesiones. Esta preocupación dermatológica no distingue entre edades, género ni tipos de piel y, desafortunadamente, su impacto va más allá de lo físico, influyendo en la autoestima y calidad de vida de las personas.
En el Instituto Dermatológico García-Legaz sabemos que no existe un tratamiento universal para los granos, ya que cada caso es diferente y requiere un enfoque personalizado. Por ello, queremos ayudarte a entender los diferentes tipos de granos, sus causas subyacentes y posibles tratamientos.
Tipos de granos en la cara
La diversidad de granos que pueden aparecer en el rostro es amplia y cada tipo tiene características únicas que influyen en su tratamiento y manejo.
Puntos Negros
Los puntos negros, técnicamente conocidos como comedones abiertos, son uno de los tipos más comunes y reconocibles.
Estos se forman cuando los poros se obstruyen con una mezcla de sebo y células muertas de la piel. Su color negro se debe a la oxidación del contenido al entrar en contacto con el aire, no a la suciedad.
Aunque pueden resultar antiestéticos, son relativamente fáciles de tratar mediante una buena rutina de limpieza facial y productos específicos que contengan ácido salicílico, el cual ayuda a desobstruir los poros de manera efectiva.
Puntos Blancos
Por otro lado, tenemos los puntos blancos o comedones cerrados que, a diferencia de los puntos negros, estos se mantienen bajo la superficie de la piel, apareciendo como pequeñas protuberancias blanquecinas.
Se forman por la misma acumulación de sebo y células muertas, pero al no estar expuestos al aire, mantienen su color claro. Suelen aparecer en áreas con piel más delgada, como alrededor de los ojos y la boca.
El tratamiento de estos granos requiere paciencia y productos específicos con ácido glicólico, que ayuda a renovar la capa superficial de la piel.
Pápulas
Las pápulas son protuberancias rojas, firmes y sensibles que aparecen bajo la piel y que indican una inflamación activa en los folículos pilosos, generalmente causada por la proliferación de bacterias.
Su enrojecimiento se debe al aumento de flujo sanguíneo en la zona, y aunque no contienen pus visible, pueden causar molestias y evolucionar a lesiones más graves si no se tratan.
Para tratarlas, es clave reducir la inflamación y controlar las bacterias. Productos como la niacinamida o peróxido de benzoilo pueden ser efectivos, y un manejo adecuado es esencial para evitar manchas post-inflamatorias o complicaciones.
Pústulas
Las pústulas representan la evolución de las pápulas cuando la infección bacteriana avanza, en forma de granos inflamados con una punta visible de pus blanco o amarillento y rodeada de enrojecimiento.
Se forman por una inflamación más intensa debido a la acumulación de bacterias, leucocitos y células muertas en los poros. Aunque pueden «reventarse» de forma natural, es crucial evitar exprimirlas para prevenir cicatrices y la propagación de bacterias.
Tratamientos tópicos con peróxido de benzoilo o antibióticos son efectivos y, tras drenarse, se debe limpiar el área adecuadamente para evitar reinfecciones. En la mayoría de ocasiones es necesario tratamiento oral con isotretinoína.
Nódulos
Los nódulos son una forma severa de acné que se presenta como lesiones grandes, profundas y dolorosas, a menudo de color similar al de la piel o ligeramente enrojecidas.
Se forman cuando los poros infectados se rompen y su contenido se filtra en los tejidos profundos, causando inflamación intensa. Estos pueden persistir durante semanas o meses y tienen un alto riesgo de dejar cicatrices si no se tratan.
Requieren tratamientos como medicamentos orales (antibióticos o isotretinoína) o procedimientos en consultorio, como inyecciones de corticosteroides.
Quistes
Los quistes son la forma más severa de acné, caracterizados por grandes bultos llenos de pus ubicados profundamente bajo la piel, a menudo dolorosos e inflamados.
Se forman por una obstrucción profunda de poros con sebo, bacterias y células muertas, creando una cápsula interna que puede alcanzar un tamaño considerable.
Con un alto riesgo de cicatrices permanentes y posibles infecciones graves, los quistes suelen requerir drenaje, medicamentos como isotretinoína y, en casos graves, cirugía. Su manejo profesional es clave para prevenir complicaciones y daños permanentes en la piel.
¿Por qué me salen granos en la cara de repente?
Aunque existen diferentes causas que generan los diferentes tipos de granos en la cara, las principales son:
- Inflamación.
- Bacterias.
- Producción de sebo excesivo.
- Folículos pilosos taponados por células muertas de la piel y grasa.
“Tu piel actúa como un espejo de lo que ocurre dentro y fuera de tu cuerpo. Pequeños cambios en el entorno, tu rutina o tu salud interna pueden desencadenar brotes inesperados.”
La piel tiene un ecosistema propio que reacciona a cosas como un aumento de grasa por un día caluroso, una reacción silenciosa a un producto facial nuevo o incluso un par de noches sin dormir bien.
En ocasiones, el cuerpo libera andrógenos (hormonas masculinas) en respuesta a microcambios hormonales que, aunque imperceptibles, pueden ser suficientes para que tus glándulas sebáceas trabajen de más, generando la aparición de granos.
El acné, especialmente en mujeres adultas, a menudo tiene un origen hormonal. Entre las causas más comunes se encuentran el síndrome de ovario poliquístico, asociándose a otros cambios como menstruaciones irregulares, caída de pelo (alopecia androgénica) y crecimiento de vello corporal o facial (hirsutismo), que habrá que tratar.
En otras ocasiones, el problema radica en una sensibilidad alterada a las hormonas masculinas. Las glándulas sebáceas reaccionan de forma exagerada a los andrógenos, incluso si sus niveles en sangre son normales y sin que esté presente un síndrome de ovario poliquístico. Este tipo de acné hormonal suele aparecer en la zona del tercio inferior del rostro, como la mandíbula y el cuello.
Además, aunque no lo parezca, tu piel también puede estar respondiendo a estrés emocional, no como «causa directa», sino como un disparador que intensifica la inflamación.
Tratamientos para el acné
El acné es una condición que requiere un abordaje personalizado según su gravedad y características. A continuación, te detallamos las principales alternativas terapéuticas.
Tratamientos tópicos y orales
En el acné, un tratamiento temprano es esencial para prevenir la formación de cicatrices.
En la mayoría de los casos, y casi siempre desde el inicio, el acné necesita tratamiento oral con isotretinoína “el famoso Roacután”. Mientras que en el pasado se utilizaban dosis muy elevadas, hoy se opta por dosis bajas que ofrecen resultados igual de efectivos pero con mayor seguridad.
En casos de acné con inflamación severa, a veces se acompaña de tratamiento antibiótico, aunque por periodos cortos. Además, una rutina cosmética adecuada y una limpieza facial constante son fundamentales para evitar recidivas.
Láser dermatológico
Además de los tratamientos tópicos y orales, los avances en dermatología han revolucionado el manejo del acné, con innovaciones como el uso de láser. Este enfoque permite tratar el acné desde etapas iniciales y sin necesidad de esperar a concluir tratamientos orales, resultando especialmente útil en casos severos o resistentes.
En el Instituto Dermatológico García-Legaz confiamos en la plataforma Nordlys, que combina Luz Pulsada Intensa (IPL) y láser fraccionado no ablativo Frax 1550 para abordar el acné de manera eficaz desde la primera visita y prevenir la formación de cicatrices atróficas en el futuro.
La IPL actúa sobre las principales causas subyacentes del acné, mejorando el exceso de sebo y combatiendo las bacterias responsables de la inflamación, eritema, rojez, mientras que el láser fraccionado no ablativo Frax 1550 estimula la producción de colágeno y mejora gradualmente la textura de tu piel, evitando la formación de cicatrices.
Para tratar cicatrices profundas, complementamos con láser CO2 fraccionado y técnicas adicionales como subcisión (romper la fibrosis bajo la piel), rellenos con ácido hialurónico o estimuladores de colágeno, ofreciendo un enfoque integral y personalizado.
En resumen, tratar los granos en el rostro requiere una comprensión profunda de sus tipos y causas. El equipo dermatológico de García-Legaz apuesta por un enfoque integral y personalizado, combinando métodos tradicionales y tecnología avanzada como el láser, para ofrecerte soluciones eficaces y seguras.
Bibliografía
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- Rai, R., & Natarajan, K. (2013). Laser and light based treatments of acne. Indian Journal of Dermatology, Venereology and Leprology, 79, 300. https://ijdvl.com
- Ahnhudt-Franke, C. Modern laser-assisted acne therapy in practice. https://www.thepmfajournal.com