Las cicatrices no siempre son un simple recordatorio de heridas pasadas; algunas se convierten en un verdadero desafío médico y un gran reto terapéutico. Este es el caso de las cicatrices hipertróficas y queloides, una respuesta anormal del tejido cicatricial que tras una lesión en la piel crece de manera descontrolada, afectando significativamente a tu apariencia.
Si bien existen diversos tratamientos, ¿es realmente posible eliminarlas por completo?
Desde el Instituto Dermatológico García-Legaz, queremos hablarte sobre la posibilidad real de mejorar una cicatriz queloide, así como explicarte qué es, cuáles son sus características y qué factores la causan.
¿Qué es una cicatriz queloide?
En una cicatrización normal, los fibroblastos (las células responsables de la producción de colágeno) se activan para reparar la herida, y luego se desactivan una vez que la cicatriz ha cerrado la lesión.
Sin embargo, en el caso de las cicatrices queloides, esta respuesta es excesiva, provocando una sobreproducción de colágeno que continúa acumulándose incluso después de que la herida haya sanado. Esto resulta en una cicatriz que no solo es más prominente, sino que también crece más allá de los límites de la herida original.
Una cicatriz queloide puede aparecer en cualquier parte del cuerpo tras una lesión cutánea y se caracteriza por:
- Elevación: superficie abultada que puede ser muy prominente sobre la piel circundante, su contorno suele ser irregular y no siempre sigue la línea de la cicatriz original.
- Textura: su consistencia puede ser firme o gomosa, generalmente más gruesa que la piel normal. Tiene una superficie lisa, brillante y carece de vello.
- Molestias: puede causar picazón, tirantez o incluso sensación de dolor, especialmente si están sujetas a roce o presión.
- Coloración: puede variar desde un rojo intenso hasta marrón o púrpura. Con el tiempo y tras la exposición solar, pueden oscurecerse aún más.
Causas y factores de riesgo
Aunque las causas exactas de esta respuesta anormal no se comprenden por completo, la formación de queloides puede estar influenciada por múltiples factores.
Conocer sus causas y factores de riesgo es fundamental para el manejo y la prevención de los queloides, especialmente en personas que presentan un mayor riesgo.
Predisposición genética
Las personas con antecedentes familiares de queloides tienen un mayor riesgo de desarrollar estas cicatrices. Además, ciertas poblaciones, como las de ascendencia africana, asiática y latina presentan una mayor predisposición.
La herencia es uno de los factores más influyentes en el desarrollo de queloides.
Edad
Los queloides son más comunes en personas jóvenes, especialmente en menores de 30 años.
Esto podría deberse a la mayor actividad celular característica de esta etapa de la vida, cuando la piel produce más colágeno, lo que podría explicar su mayor incidencia en este grupo de edad.
Tipo de piel
Las personas con piel más oscura tienen un mayor riesgo de desarrollar queloides.
Esto se debe, en parte, a que las células de la piel (melanocitos) en estas personas son más activas, lo que puede influir en la formación de este tipo de cicatrices.
Ubicación de la lesión
Ciertas áreas del cuerpo son más propensas a desarrollar queloides, como:
- Pecho y escote
- Hombros
- Parte superior de la espalda
- Parte central del abdomen
- Mejillas
- Orejas
Estas zonas pueden estar más expuestas a tensiones y movimientos, lo que puede contribuir a la formación de queloides.
Tipo de lesión
Las incisiones quirúrgicas tienen el potencial de desarrollar queloides en individuos predispuestos.
No obstante, estas personas especialmente susceptibles pueden desencadenar la formación de queloides con lesiones menores como cortes, abrasiones, perforaciones, quemaduras, picaduras y acné severo.
Eliminación de la cicatriz queloide: ¿se puede?
Existen diversos tratamientos que pueden reducir significativamente el tamaño de la cicatriz y mejorar su apariencia, pero la eliminación total y definitiva de un queloide es un reto considerable.
¿Cuándo se debe tratar una cicatriz hipertrófica queloide?
Cuanto antes mejor, cuanto más tiempo tenga esa cicatriz más difícil será el tratamiento.
Para mejorar las cicatrices queloides necesitamos varias sesiones espaciadas unas semanas, por lo que cuanto antes se realice la evaluación inicial, más margen de tiempo tenemos.
Posibles tratamientos
El tratamiento de las cicatrices queloides es desafiante debido a su fuerte tendencia a reaparecer.
El enfoque de los tratamientos para las cicatrices queloides suele centrarse en reducir su tamaño, aliviar los síntomas y mejorar su apariencia, a menudo combinando varios métodos para lograr los mejores resultados.
Dependiendo de la magnitud y antigüedad del queloide, los dermatólogos suelen emplear algunas de las siguientes opciones:
- Inyecciones de corticosteroides y antiproliferativos: reducen la inflamación y el tamaño del queloide, suavizando la cicatriz, pero no aseguran su eliminación completa.
- Tratamientos tópicos: cremas con corticosteroides, ácido retinoico u otros ingredientes ayudan a reducir la inflamación, ablandar el tejido cicatricial y modificar el crecimiento del queloide.
- Tratamiento con láser: láser vascular en la fase inflamatoria, láser fraccionado no ablativo (FRAX 1550 de Nordlys), láser fraccionado ablativo (láser CO2) en fase estable y otras combinaciones de láseres pueden tratar con precisión el tejido cicatricial sin dañar la piel adyacente, mejorando la textura y el color y ayudando en la eliminación completa de la cicatriz. Además se puede realizar una administración de fármacos asistida por láser (LADD: Laser Assisted Drug Delivery)
- Extirpación quirúrgica: remueve el tejido cicatricial, pero con muy alto riesgo de recurrencia, por lo que suele evitarse y reservarse para zonas muy concretas y siempre combinado con otros tratamientos.
Prevención de queloides
La prevención de este tipo de cicatrices es fundamental, especialmente para quienes tienen antecedentes familiares o han desarrollado queloides anteriormente.
- Evitar lesiones innecesarias: minimiza procedimientos que dañen tu piel, como tatuajes o cirugías estéticas.
- Tratamiento temprano de heridas: mantén las heridas limpias y usa apósitos o geles de silicona para reducir el riesgo de cicatrización anormal.
- Presión en la cicatriz: Aplica presión con vendajes o dispositivos de compresión para prevenir su formación.
- Protección solar: protege tu piel en cicatrices recientes para evitar oscurecimiento y reducir el riesgo de irritación.
En conclusión, aunque eliminar completamente una cicatriz queloide puede resultar complicado, existen tratamientos efectivos. Nuestros especialistas en dermatología clínica se comprometen en ofrecerte soluciones personalizadas y eficientes, con ayuda de la última tecnología, sin importar la gravedad de tu caso, para combatir estas cicatrices tan antiestéticas y mejorar su apariencia.
Bibliografía
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